Conectar con los demás es una acción que resulta agradable para los seres humanos, pues nos permite generar relaciones con otras personas que compartan nuestra opinión o punto vista sobre un asunto en específico. Sin embargo, nos sesgamos cuando sólo conectamos con quienes nos dan la razón, lo cual limita la posibilidad de generar sinergias con otras posturas.
Hay una famosa historia que narra cómo unos hombres ciegos describen a un elefante. El primero lo describe como un muro, otros como una culebra, un árbol, un abanico y por último como una lanza. ¿Puedes adivinar a qué se debe esto?, pues es según su ubicación, el primero en un costado, los demás en la trompa, la rodilla, la oreja y el último en un colmillo.
Si conectamos simplemente con quien nos dé la razón y pretendemos tener diferentes resultados, bien podríamos recordar la famosa frase de Einstein que describe a la locura como “hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.
Piensa en un equipo de fútbol donde todos fueran solamente arqueros o delanteros. Lo que nos enriquece y fortalece en los equipos son las diferentes perspectivas.
Te invito a que hoy mismo te des el permiso de conocer a otro y también le des el permiso que te conozca. Este espacio lo generas tú y nos permite abrirnos a nuevas oportunidades. Quizás esa otra persona que piensa distinto a ti tenga las respuestas a tus preguntas, sea quien te de ideas para tu proyecto, o seas tú quien le ayude a tener un mejor día.
Que no pase de hoy que descubras algo nuevo que no sabías de tu compañero de trabajo y mejor aún, establece una nueva conexión con quien aún no lo has hecho. Recuerda otra famosa “ecuación” que dice: el tamaño de tus relaciones, es igual al tamaño de tu éxito.
AUTOR
Santiago Obando
Gerente Lyown Business